martes, 2 de marzo de 2010

A hell of a day

Hay días en los que no deberías haberte levantado de la cama. Muchos conoceréis esa sensación de que parece que los astros se han alineado únicamente para putearte a ti.

Un día en el que cualquier decisión que tomes será errónea, que si haces algo y te parece que lo estas haciendo bien realmente lo que llevas es un error desde el mismo principio. Es el día en el que no tienes ganas de hablar, pero sin embargo aparece la típica persona con la que nunca has hablado demasiado y te mantiene una larga charla mientras tu preferirías estar escuchando el ruido de los coches en la calle.

También es el día en el que han decidido darte una mala noticia, o un mal resultado de algo que habías hecho antes, o que el capítulo de esa serie que sigues resulta ser una mierda.

Puede ser el día en el que tu madre decide que toca comer ese plato que tú tanto odias, o en el que sin venir a cuento te pongas enfermo.

Es el día en el que sientes que donde antes creías que tenías un cerebro ahora solo hay un hueco, y no demasiado grande precisamente. Parece que tus neuronas se hayan ido de vacaciones a otro sitio.

Obviamente es el día perfecto para quedar en evidencia, el típico día en el que sin querer dices algo en voz más alta de lo que deberías y todo el mundo te mira.

¿Sabéis qué es lo mejor de todo? Que yo llevo semanas así...

No hay comentarios:

Publicar un comentario