jueves, 22 de julio de 2010

Cuando Messenger dejó de ser Messenger

(originalmente escrito en Meristation)

Resulta que me enviaron ayer un emilio diciendome que podía descargarme la beta del nuevo messenger y yo, como soy asi de curioso (tambien tengo la beta del firefox 4) pues se me ocurrió que sería buena idea descargarla.

¿Qué me he encontrado? Pues un nuevo mundo de horror, desesperación y cortes de venas por doquier. Para empezar con buen pie me salió un error que sólo se podía arreglar tocando los huevos en el registro. Una vez lo consigo arreglar por fin puedo entrar y me sale ESTO


¿Qué pasaria si... se acabara el chocolate?

Alguien ha comprado todo el cacao de Europa y no se sabe quién es

 

Los adictos al chocolate deberíamos empezar a preocuparnos. Alguien acaba de comprar 241.000 toneladas de habas de cacao, la materia prima del chocolate, pero todavía no se sabe quién es. Ni siquiera los gigantes de la industria alimentaria, como Nestlé, podrían acometer tamaña operación. Todo apunta a una gigantesca maniobra especulativa propia de los famosos hedge funds. La historia tiene tintes de thriller económico y puede acabar con un regusto amargo para los consumidores.

 

 

Así comienza la noticia que acabo de leer en http://actualidad.orange.es. Es un titular curioso cuanto menos, pero alarmante a partes iguales. Todo ese cacao que se ha comprado sirve para abastecer a toda Europa durante una temporada, por lo que tendríamos que tirar de importación de cacao o comprárselo al que haya tenido la brillante idea de dejarnos a todos sin chocolate.

El resultado de todo esto es directo: si ya llevamos tiempo pagando cada vez más por nuestro pequeño placer, ahora pegaría una subida de precio considerable. Quién sabe, a lo mejor queda tan caro que no podemos pagarlo por culpa de la crisis. Y me pregunto yo... ¿qué sería de nosotros sin chocolate?

martes, 6 de julio de 2010

El Último Proyecto

Estaba nervioso. Aguanté la respiración y abrí a ese hombre. Le invité a entrar y tomarse un café mientras me hablaba de lo que necesitaba. Ya lo había hecho muchas veces, pero aquella era especial. No lo aparentaba, pero tenía una gran cantidad de dinero y decidió confiármela a mí. Él tan solo quería una casa y me estaba dando manga ancha para que le hiciese lo que yo quisiera mientras él se sintiese cómodo.

Decidí que pondría toda la carne en el asador. Si el confiaba tanto en mí, un completo desconocido, yo iba a responder a su fe con lo mejor que fuera capaz de realizarse en el mundo. Mi cerebro iba provocando una tormenta de ideas, cogiendo cosas de unas, desechando otras… así es como empezaba siempre, solo que ya no tenía que preocuparme por que saliera demasiado caro.