domingo, 30 de diciembre de 2012

2012 - 2013

En estas fechas últimas del año me gustaría dedicar un tiempo a reflexionar sobre lo que ha supuesto 2012, un año de inflexión para mi, y unos ligeros apuntes sobre lo que me gustaría que fuese 2013.

Este año empezó como todas las navidades: ocurriendo de todo. Por enésima vez creí que había encontrado a alguien y por enésima vez descubrí que no. Fue el año en el que descubrí la importancia de la autoestima, que nadie te va a follar si no te follarías a ti mismo, el año en el que descubrí la importancia de la felicidad y en el que pasé a una actitud optimista frente al pesimismo de la sociedad.

He aprendido a ser objetivo subjetivamente, a dar más importancia al "yo" que a los demás, lo cual no significa que los demás dejen de ser importantes, sino que el fin último de las cosas es yo ser feliz, y aprender que eso puede pasar por hacer sacrificios por los demás. Pasar de ayudar a los demás por ellos, a hacerlo porque así me siento mejor.

Ha sido un año marcado por algunas decepciones, y sin embargo eso me ha servido como látigo que me azuza para evitar que vuelvan a suceder. Ha sido desde luego un año en el que he aprendido mucho en la escuela de la vida, a aprovechar cualquier situación que se te ofrece, ya sea positiva o negativa.

He estrenado un nuevo blog llamado Arquitectura Satánica por el mero hecho de divertirme, y sin embargo eso me ha aportado sin buscarlo más cultura y capacidad crítica.

2012 ha estado marcado por haber entrado en BEST, descubriendo un mundo que se me ocultaba a los ojos, y todo de casualidad, con un ¿y por qué no? He descubierto gente maravillosa y una forma de trabajo que deja en bragas a lo que había estado haciendo hasta entonces. En unos meses he ayudado a organizar una competición de ingeniería y aún estoy haciendo un foro de empleo y una asamblea en la que vendrá gente de 32 países. Eso es algo que ni se me habría pasado por la cabeza hace medio año.

Ha sido el año en el que he aprendido que esta vida se basa en toma de decisiones, y que hay que perder el miedo a hacerlo. No importa si te equivocas, siempre se podrá remediar, lo importante es el hecho de tomar la decisión sin miedo, sin remolonear, valorando las opciones y sus ventajas y sus desventajas, pero sin perder el tiempo innecesariamente. Que es mejor tomar una decisión equivocada que no tomarla o dejar que otros la tomen por ti. Y sobre todo, he aprendido a aceptar las consecuencias de dichas decisiones.


Para el 2013 pido poder seguir teniendo razones para ser feliz y tener una actitud positiva. Pido muchas más decisiones tomadas sin miedo, responsabilidades, todo aquello que me hace crecer. Pido ser capaz de poder ejercer toda esa capacidad crítica que tengo conmigo mismo, puesto que es algo que aún no soy capaz de ejercer y sería un paso de gigante en mi camino hacia mi futuro. De un tiempo a acá, cada año ha sido mejor que el anterior. Que 2013 sea mejor que 2012.