Nazismo videojueguil

Llevo jugando a videojuegos desde que era pequeñito y mis padres me regalaron una flamante Super Nintendo. He vivido muchas generaciones de juegos, al principio ajeno a todo lo que no se viese en televisión o en las revistas, y más tarde enterado de todo lo que ocurría gracias a internet

Me gustan muchos tipos de juegos: aventura, RPG, plataformas, puzles… y nunca nadie me ha dicho nada. Mis padres me decían a veces que ya tenía una edad para andar jugando con maquinitas (son de la rama que opina que los videojuegos son para niños) y alguno de mis amigos me preguntaba que por qué jugaba a un juego de Sonic en vez de un GTA o un PRO. ¿Podría decir que yo sabía más que él? Es probable, él ignoraba gran cantidad de títulos que tenía en su consola. ¿Podría mostrarme superior a él por saber más? No. Al fin y al cabo nos divertíamos lo mismo, y de vez en cuando me pegaba una paliza al PRO, pero nos lo pasábamos bien jugando

Mientras yo probaba multitud de juegos de diversos géneros como Baten Kaitos, Shadow of the Colossus, Kingdom Hearts, Zelda WW… él se divertía mientras jugaba a GTA Vice City, GTA San Andreas, PES 6, PES 2008, PES 2009…

Durante esa época descubrí los juegos sociales y descubrí que era muy divertido jugar con los amigos a Singstar, DDR, Buzz y demás. A veces nos reunimos (seguimos haciéndolo) y echamos unas partidas aderezándolo con una merienda, bebida o lo que sea

Sin embargo en esta generación ocurrió algo que nunca me habría imaginado. Al margen de mi vida real, en los foros todo había cambiado. Decidí comprarme una Wii y me lo pasé genial con Wii Sports (y Resort), Wii Fit y más juegos que antiguamente no se podrían haber llevado a cabo. Al igual que con mi Nintendo DS disfruté introduciendo a mis padres el Brain Training o el 42 Juegos de Siempre

Pero fuera de la vida real, en la vida virtual empezaba a ser rechazado. Mientras yo había comprado la Wii, otros habían optado por la Xbox 360, cuyo antecesor pasó completamente desapercibido por aquí, o apostaron por el nombre de Playstation 3. Mientras yo recibía mis juegos de siempre y otros novedosos, ellos recibían más juegos de siempre, aunque con una abismal diferencia gráfica. No me importaba, pues a pesar de todo poseo un buen PC y puedo jugar a muchos de sus juegos aunque me tenga que perder alguno, como siempre vamos

Ellos decían que mi consola estaba desfasada, que no aportaba nada. Decían que no había juegos interesantes en el catálogo, que solo salían juegos para niños o para abuelos. Que tenía los gráficos de la anterior generación y que lo que importaba era la gran evolución gráfica que existía en sus consolas. Nacieron las etiquetas casual y hardcore

Según esas etiquetas, un jugador hardcore era alguien que sabía mucho de videojuegos y que podía presumir de conseguir grandes logros en ellos. Obviamente jugaban videojuegos de grandes presupuestos que alcanzaban altísimas notas en los diferentes medios especializados (o bajas según que juegos)

Un jugador casual sin embargo es aquel que jugaba a minijuegos, juegos hechos con bajo presupuesto que cosechaban bajas valoraciones en la prensa (o altas según qué juegos). Obviamente no tenían ni idea de videojuegos y jugaban 2 semanas y dejaban la consola en el armario cogiendo polvo

Nació la cultura de las notas, según la cual un juego podía ser objetivamente mejor que otro por tener un número más alto. Nació la adoración a metacritic y gamerankings como los poseedores de la verdad absoluta. Nació también la religión de las cifras de venta, según la cual existen dos raseros diferentes para medir la calidad de un producto en base a lo altas que hayan sido sus ventas, tener una alta cifra podía condenar a según qué juego a ser una bazofia o la panacea

Y mientras tanto murió esa gente que jugaba a videojuegos para divertirse, sin importar la plataforma en la que saliera. Ahora la gente trata de infravalorar los juegos que no son de su compañía mientras diviniza los suyos. La multiplataformidad de un título ya no servía para que otras personas que no se pudieron permitir comprar tu consola lo pudiesen disfrutar, ahora se veía con malos ojos porque supuestamente lastraba la calidad de tu juego

Ahora los poseedores de PS3 y 360 quisieron romper con aquellos que se decidieron por la Wii. Ellos mantendrían sus guerras de exclusividades, pero se pusieron de acuerdo a autodenominarse hardcore y ningunear a los demás bajo la etiqueta casual. Bajo su tiranía, un jugador de Wii (y por ende casual) no podía disfrutar de los videojuegos, pero ellos sí porque son superiores

Así, de la noche a la mañana, me di cuenta que aquello que nos divierte a mis amigos y a mí en el mundo real, en este mundo virtual no solo no divertía, sino que era algo para gente que no sabía nada sobre videojuegos. Así fue como de repente todos mis juegos de Wii se convirtieron en “basura casual” de los que se salvan “1 o 2 juegos” de todo el catálogo. He desarrollado síndrome de Diógenes por acumular decenas de juegos divertidos para mi / basura para el resto

Y de hecho, he oído cosas como que mi consola no debería existir y que iba a acabar con el mundo de los videojuegos. He oído gente que no ha probado la consola más allá del juego que regalan con ella que no quieren “hacer el gilipollas delante del televisor” y muchas más barbaridades

En resumen: ha nacido una “raza aria” (hardcore gamers) superior que opina que tan solo ellos tienen el derecho a divertirse de la manera que a ellos les gusta. Y mientras hacen cosas para ellos no se conforman puesto que existe una “raza inferior” (casual gamers) que se divierten de otra manera que no es válida para ellos. Esa raza debe ser erradicada por el bien de los videojuegos (aunque en realidad es por SU bien) puesto que ellos tienen la razón absoluta

Esto, señores, es el nazismo aplicado a los videojuegos