miércoles, 3 de febrero de 2010

Carta de Amor

Dirigida a nadie en concreto

Antaño fui un simple globo, uno de esos que tienen los niños y que permiten escapar al cielo sin poner empeño en que no ocurra

Un globo por el que los llantos no eran debidos a su pérdida, sino para que los padres del niño le comprasen otro

Sin embargo, lo que yo nunca me esperé fue que otra niña me encontrase

Y me encontró, o más bien yo la encontré a ella. No creo en el destino, pero estoy seguro que el encuentro no fue simple casualidad

Mientras estaba en el aire, yo seguía con mi rutina de ascender y ser desplazado por la voluntad del viento, pero en cuanto te vi me entró la curiosidad, y fui desinflándome poco a poco para poder acercarme más a tí

A medida que me acercaba, esa imagen indefinida que brillaba con mayor intensidad que las demás fue tomando forma poco a poco. Y así fui observando cómo un artista iba dibujando su cuerpo, sus perfectas proporciones, su larga cabellera azabache…

Una cornisa bloqueó mi descenso, pero una vez vistas las primeras pinceladas de su lienzo no pude abnegarme a quedarme ahí, así que pedí ayuda al viento que antiguamente me manejaba a su voluntad para que por una ocasión me ayudase a alcanzar mi sueño

Y así fue como gracias a él pude caer suavemente mientras observaba como aquel lienzo se iba transformando. Cada centímetro que acortaba mi distancia hacia ella me embriagaba el corazón mientras veía como iba tomando textura su piel, observaba como se moldeaban sus brazos, deseoso de fundirme en un abrazo suyo. Cómo sus piernas se alargaban sosteniendo aquel conjunto de curvas de belleza inusitada que se iba definiendo cada vez más

Muy cerca de ella pude ver ya los detalles que la hacían una obra maestra: sus ojos vítreos, tan profundos que me llegaron hasta el alma; la fina comisura de sus labios, de la que aguardaba una palabra dirigida a mí; sus pómulos sonrosados que me habría gustado acariciar…

Y al fin llegué a mi destino, caído en el suelo tras haber perdido todo el aliento en mi esfuerzo por llegar hacia ella, pero deseoso de que me mirase, incluso en aquel momento, y me cogiese entre sus delicadas manos para llevarme a un mundo donde reine la alegría y el amor

Quiero que tú seas quien me llene de aire para que eso sea posible


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