miércoles, 23 de marzo de 2011

El Espejo de las Almas III

[III La Verdad Revelada]

En cuanto entré pude ver otro espejo, tan resplandeciente que tuve que torcer la vista, tan inmenso que comencé a cuestionarme todos los anteriores. Y estando allí, en el Salón de la Verdad, mi corazón tan solo podía decir:

Enséñame la verdad, no sé ya en qué creer. Todos los espejos tenían algo diferente que mostrarme, y mi orgullo dio paso a la miseria. He vagado tanto tiempo bajo la oscuridad y la lluvia que simplemente el atisbo de la luz hizo que mi corazón volviera a latir esperanzado, y el extraño construyó un puente hasta aquí para mi

"MIRA Y CONÓCETE A TI MISMO" pronunció una distante voz, como un trueno paralizador que resonó por toda la estancia y que me hizo ponerme de rodillas temblando. Cuando la voz dijo mi nombre, me abrumó el miedo y el asombro.

Lentamente comencé a levantarme y a encarar el gran espejo que tenía ante mi. Cuando abrí los ojos no pude más que volverlos a cerrar, pero la imagen que vi se había grabado en mi mente...

Una cara con los ojos oscuros como la noche. Una mirada aterradora. La piel decadente pudriéndose, destrozada por la enfermedad. No podía respirar, ¿qué tipo de criatura podía ser eso? Porque no soy yo.

Corrí tan rápido como me permitían mis piernas hacia la puerta que me devolvería a la oscura noche. Incluso la tormenta que estuvo a punto de reclamar mi vida era mejor que esto, así que abrí la puerta... y vi a un hombre.

El extraño de la tormenta había regresado. ¿Quizá para salvarme la vida de nuevo? Vi en sus ojos que había observado lo que me sucedió. Tal vez él supiera decirme qué es lo que vi tras la puerta.

Dime qué vi en el espejo, justo antes de huir.
Dime qué fue eso que vi, aquella cara enferma y decadente
Dime qué era aquello que me aterrorizó con sus ojos negros, vacíos y sin vida
¿Era un demonio del averno más profundo?
¿Era acaso un muerto en vida, salido de la tumba?
Oh, la cara que vi en el espejo me dejó paralizado, ¿podrás decirme qué es lo que vi en el espejo en esta noche?

La luz que viste a lo lejos procedía del espejo. El Espejo de las Almas muestra a los hombres tal y como son. Entraste allí y preguntaste por la verdad, y el hombre que allí viste... eras tú

¡No! No quiero que me muestres la verdad, no quiero creer en ella. Lo que me reveló el Espejo de las Almas, esa cara que vi reflejada... no puedo ser yo. Muriendo y perdido al abrazo de la descomposición. No reconozco la cara que acabo de ver. Y si dices que es la mía, debo disentir

Al fin comprendí el significado de todas las cosas que vi: el espejo era la mirada divida de Dios. La verdad se reveló ante mi con estas palabras del extraño:

Los espejos que viste en la primera habitación eran espejos de mentiras, no reflejaban el alma. Cuando miraste en ellos y viste lo que ellos veían, era todo una ilusión, un engaño, una falsa realidad.

He visto la verdad en el espejo, y ello me ha destrozado.
Me he visto a mi mismo más claro de lo que me he visto en mi vida.
¿Puedes arrancar toda esta podredumbre de mi alma y liberarme?
Tú puedes salvarme... quiero creerlo.

Me miró a los ojos y tras una breve pausa me dijo: Levanta hijo mío. Nuestra fe ha hecho que te reconcilies contigo mismo. Ahora vuelve a entrar y mira al Espejo una vez más.

Juntos cruzamos la puerta y yo volví a mirar el cristal de nuevo. Pero el único que quedó reflejado esta vez... fue él. De algún modo, el único al que vi reflejado... era él.


Contemplé el Espejo de mi Alma.
Mirando al hombre que tomó mi lugar y me completó.
En el Espejo...
El Espejo de mi Alma.

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