viernes, 6 de mayo de 2011

Mi historial de teléfonos móviles

Tras la adquisición de mi último móvil, he estado pensando en todos aquellos que han pasado por mi vida, todas las cosas que han cambiado y todas las que siguen igual desde que tuve mi primer móvil, cómo ha evolucionado el mercado y qué deprisa... y sobre todo, la cantidad de aparatos que he podido probar a lo largo de mi vida.

Desde mi primera toma de contacto con este tipo de gadgets tecnológicos siempre ha sido un mundo que me ha fascinado, y quiero compartir con vosotros cual ha sido mi evolución en este mundillo mediante los terminales que he utilizado durante mi vida.

Nokia 3310, toma de contacto:

Ni siquiera estoy seguro de que sea este el modelo exacto, tan solo tengo vagos recuerdos del móvil de mi padre, el primero que conocí. Por aquel entonces era todo tecnología punta, la antena estaba dentro del terminal y todo. Es un móvil que mucha gente recordará porque... ¿quién no ha jugado al mítico Snake en un Nokia similar? Sin duda alguna ha sido uno de los móviles más populares de todos los tiempos. Pero nunca fue mío.




Siemens SL 55, mi primera vez:

Mi primer móvil. Si, es un huevo, podéis decirlo tranquilos. Para mi primer móvil busqué de lo más puntero en tecnología existente: pantalla a color, tonos polifónicos (midis), un diseño curioso y una cosa que siempre me gustó: un teclado deslizante. Tenía además posibilidad de conectarse por WAP y un puerto de infrarrojos para meterle canciones, y juegos! Sin duda era un móvil genial, y chiquitito además. Por desgracia... me lo robaron en clase. Pero con una nueva tecnología llamada IMEI pude bloquear remotamente el teléfono para que nadie pudiera utilizarlo ya. Espero que el cabrón que me lo robó al menos lo usara de pisapapeles...



Siemens Xelibri 2, un móvil especial:

Ovni, huevo, güibo... Este móvil ha tenido muchísimos nombres, no dejaba indiferente a nadie, por razones obvias. Formaba parte de una serie de terminales de diseño lanzados por Siemens, a cada cual más horrible. Sin embargo este siempre ha tenido un encanto especial. Lo compré para suplir el robo del SL55, libre, y de hecho lo he utilizado en múltiples ocasiones de móvil de repuesto, de hecho hace meses lo volví a sacar. Escribir SMSs con este móvil era una pesadilla como podéis comprobar en la distribución del teclado. Tenía pantalla en blanco y negro y tonos polifónicos. Algunos dirían que vaya castaña de móvil, pero yo le tengo muchísimo aprecio.


Nokia 7250, una mera transición:

Este es el móvil más irrelevante que he tenido. Tenía un tacto muy bueno, era cómodo y era uno de los viejos "nokia para tontos" como los llamaba yo. No poseía nada realmente destacable más allá de ser el primer móvil con cámara que tuve (creo que no llegaba ni a resolución VGA). Probablemente mi desinterés por este teléfono venga dado porque nunca lo consideré mío. Previamente fue el teléfono de mi madre, que cambió de móvil y me lo dejó para que tuviese "algo mejor que el güibo". Lo utilicé muy poco tiempo.


LG U8500, vuelta a los orígenes

Con este teléfono volví a buscar lo más puntero existente en tecnología y probé el diseño en concha. Fue uno de los primeros que poseían tecnología 3G, una cámara de 1.3 megapíxeles que estaban muy bien para la época. Tenía una pantalla interior que ocupaba toda la parte superior excepto la parte del altavoz, y una exterior con información básica, además de teclas dedicadas para la reproducción de música.

También podía ampliar la memoria mediante una tarjeta microSD, nuevas en el mercado y que te preguntabas cómo podían entrar 256Mb en una cosa tan pequeña. Este móvil era la envidia de mucha gente, pero tenía un defecto. Al poco tiempo comenzaron a salir los nuevos Nokia, la generación en la que aplastaron a toda la competencia y marcaron un punto de inflexión en el mundillo, la serie N con el sistema operativo Symbian. A pesar de todo, son muy pocos los recuerdos que guardo de este móvil. Sí que era de lo mejor, pero no tenía esa "magia" especial de otros móviles.

Nokia N81, mi mejor móvil

Hablar de este móvil me produce un gran sentimiento de nostalgia, a pesar de que no hace tanto tiempo que dejé de utilizarlo (de hecho, a la espera del actual estuve utilizando primero el güibo y luego este). Ha sido sin duda el móvil que más he explotado de todos los que he tenido, pero vayamos con las especificaciones. Por aquel entonces existía EL MÓVIL, el Nokia N95, un terminal que duró años en la cima del mercado, siendo el más potente. Este carecía de algunas características que incluía de forma innovadora el N95, pero eran las que no me importaban en absoluto.

Tenía una cámara de 2 megapíxeles con flash LED, otra VGA frontal para hacer videollamadas, diseño de tipo deslizante y el hardware interno era una bestia. Poseía teclas especializadas para la música, el pad de direcciones, además de pulsaciones, tenía un sistema para que funcionase igual que la rueda de los famosos iPods, girando alrededor. Tenía WIFI y dos altavoces estéreo, que podían hacer sonidos envolventes en 3D cuando te llamaban. Tenía además dos botones en la parte superior que funcionaban para hacer zoom en la galería y en la cámara, y lo más novedoso y que más juego me dio: para utilizar los juegos de la NGAGE nueva que Nokia ideó como un precursor de las actuales tiendas de aplicaciones, aunque solo con juegos.

Era un Symbian, así que absolutamente todo era personalizable, y además podías instalarle mil y una aplicaciones y juegos, mención especial a los emuladores de videoconsolas. La cantidad de horas que habré echado al vBag, emulador de Game Boy Advance, que corría perfectamente fluido, con algún tirón en algunos juegos y con el sonido activado... una gozada de móvil que pensé que nunca cambiaría. De hecho cuando finalizó mi contrato de permanencia no había pensado ya en su substituto, estaba muy a gusto con él. Pero la gente cambia, y yo también.


Nokia N85, más y mejor... pero no es lo mismo:

Por aquellos momentos en los que mi contrato había finalizado y no tenía intención de hacer un cambio de móvil, tenía un amigo que trabajaba en el departamento de retención de clientes de Vodafone, que me dijo que si hacía el amago de marcharme me daban este móvil gratis. Si es gratis habría que darle al menos un vistazo, así que tiré de internet y me enamoré directamente de este móvil. Era la evolución natural de mi N81, como si lo hubiesen fusionado con el todopoderoso N95.

Aparte de todas las funcionalidades del N81 tenía GPS (que nunca llegué a usar), transmisor de radio FM (para poner tu música en el coche por ejemplo), una cámara de 5 megapíxeles con óptica Carl-Zeiss y flash de LED doble, aún actualmente da la talla orgullosamente como cámara de móvil. Las teclas multimedia y de juego pasaban esta vez a colocarse bajo la carcasa deslizante, arriba, iluminándose según la aplicación que las usaba. La pantalla era de las primeras en usar la tecnología AMOLED, que se veía muchísimo mejor y consumía menos batería. De hecho la autonomía de batería de este móvil era exagerada, aguantaba muchísimo, ya podrían aprender los móviles actuales...

El periodo oscuro

Y sin embargo, a pesar de tener más cosas, ser mejor en todo, era más fino, pesaba menos... quedó como un teléfono que usé casi exclusivamente para lo que sirven los teléfonos: llamadas y SMS. Yo tampoco logro explicármelo aún hoy, supongo que fue la desgana de tener más de lo mismo, ya aburría, y recordemos que en términos de tecnología, todo en unos meses puede cambiar. En este momento llegaban los primeros teléfonos con pantallas táctiles y la era iPhone. Yo me juré que no me compraría un teléfono táctil hasta que no estuvieran bien desarrollados, porque esas pantallas resistivas eran un suplicio para manejar el teléfono. Vendí este móvil a Movilbank (que por cierto, el servicio fue impecable y rápido) y comencé a pensar con mi viejo güibo en cambiar de móvil. Utilicé un tiempo el N81 que mi hermana me devolvió destrozado, casi se me salta la lagrimilla cuando vi el estado en el que estaba snifff...

Dio la casualidad de que tuve la oportunidad de empezar a aconsejar a la gente para cambiar sus teléfonos. El desafío más duro que me topé fue cambiar el de mi hermana, con sus requisitos tan restrictivos sobre lo que quería. Otro interesante fue ver cómo mi madre cambiaba de un teléfono Nokia facilón a un teléfono táctil completamente. Y con toda la experiencia adquirida, busqué el móvil perfecto para mi. Miré muchísimos terminales, me estudié sus características y llegué a un punto en el que tenía que decidir. Tenía en mente dos móviles ultrapequeños: el Sony Ericsson Xperia X10 Mini Pro y el HP Veer, que ni siquiera había salido. Descarté el primero por ser un terminal muy desfasado que querría cambiar muy pronto, pero tampoco podía esperar a ver cuándo salía su evolución (hoy mismo lo anunciaron oficialmente y es un móvil muy bueno) ni tampoco a ver cuándo decidían sacar el de HP.

Por aquel entonces era realista: quería un móvil barato, bonito y que no tuviera tarifa de datos por lo que pudiera suceder estando yo conectado siempre a internet. Tenía un iPod Touch 3G, posiblemente la mejor inversión que he hecho en mi vida por la utilidad que le he dado que ni siquiera tenía pensada, así que con esto tenía cubiertas de sobra todas mis necesidades en cuanto a aplicaciones, juegos y demás... pero aún así, cuando alguien es aficionado a la tecnología siempre siente el impulso de tener lo último, y eso fue lo que propició mi decisión final.


Sony Ericsson Xperia Arc, el presente

Desde que se anunció este terminal yo me enamoré de él, sobre todo por su diseño. Pronto reconocí que tenerlo sería un sueño que difícilmente llegaría a cumplir, pues sería muy caro y me obligarían a llevar tarifa de datos obligatoriamente. Pero gracias al mundo de los amagos vi que era posible y me tiré de cabeza a por él, haciendo sacrificios como pagar un poco por él y aceptar la imposición de la tarifa de datos (que no veáis cómo mola, pero la uso con cabeza)

Este móvil lo conseguí nada más salir al mercado, y aunque ya se vislumbran terminales muy potentes, con doble núcleo, creo que este tiene potencia suficiente para aguantar 3 años. Volviendo a mis raíces, tengo de nuevo entre manos un terminal de lo más puntero que existe actualmente: un procesador de 1GHz, como el Nexus S que es el que marca el modelo a seguir para seguir moviendo Android durante un tiempo. La pantalla es LCD de 4.2 pulgadas, enorme y multitáctil con tecnología capacitiva, y posee la tecnología de los televisores Sony Bravia, llamada Mobile Bravia Engine o Reality Display como nombre comercial y gancho para publicidad. A pesar de ser un móvil enorme, es muy delgado (de hecho, el más delgado que hay) y pesa bastante poco, además de ser cómodo en la mano.

Entre sus miles de características destacaré que lleva sistema operativo Android 2.3 Gingerbread, lo último del sistema operativo de Google, un segundo micrófono para cancelación de ruido durante las llamadas, un diseño curvado (que le da el nombre al teléfono, arc) y una cámara de fotos con sensor Exmor R (de Sony) retroiluminado con flash LED, de 8.1 megapíxeles, grabación de vídeo HD, estabilizador de imagen y muchas opciones que poseen las cámaras compactas, de hecho personalmente creo que puede sustituirlas perfectamente.

En cuanto a mi breve experiencia con él solo puedo decir maravillas. Al ser un teléfono Android tienes millones de aplicaciones para él, aunque lo tengo poco explotado. El tacto y manejo son geniales, y en el bolsillo se siente perfecto y ligero debido a lo delgado que es. Ha sido un capricho pero a la vez una buena inversión en mi opinión, el tiempo ya me dará o quitará la razón. Lo único malo que le veo es que con esa pedazo de pantalla tan enorme vivo en un mundo en el que creo que todo el mundo está conspirando para rallarla en cuanto me descuide, y como es tan grande no hay ninguna funda de su tamaño (las hay, pero en tiendas físicas no las he visto aún)

Iba a extender esta entrada con mi valoración personal sobre la evolución del mercado de los teléfonos móviles, pero viendo que esta se me ha alargado muchísimo más de lo que creía, y que se me siguen ocurriendo cosas que valorar, lo dejaré para una entrada distinta, de futuro incierto. Espero que os haya gustado y a vosotros os pregunto: ¿Qué móviles habéis utilizado durante vuestra vida?

1 comentario:

  1. mi primer movil fue un siemens c65, bastante bueno en general, con una camara mala para la epoca.
    el siguiente fue un LG u380 un movil bueno pero q no me duro mucho, ya que un dia se puso la pantalla azul y dejo de funcionar.
    EL siguiente fue mi mejor movil, un nokia e63 que me enamoro por el teclado y el wifi... pero que perdi
    Despues de este hubo una transicion a un nokia q compre hasta la espera del siguiente... Que unicamente tenia linterna y radio
    Y actualmente tengo un huawei u8650 que calidad-precio es de los mejores que hay en el mercado
    y tuve tambien un nokia 61 algo q no recuerdo exactamente pero que ha sido uno de los que mas caña he dado, metiendole juego y demas

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